En el Hotel Los Olivos, en el centro histórico de Antigua, se hospedan varios grupos de españoles que han visto truncadas sus vacaciones y sus opciones de regreso a casa. El gobierno de Guatemala en colaboración con la Embajada de España en el país ha puesto a disposición de los turistas españoles una red de hoteles a 20$ la noche con desayuno incluido. En el soleado patio del hotel intercambian noticias, se comunican con sus amigos y familias y pasan el rato tratando de averiguar sus próximos pasos.
Ana Reyes y Ángel Navas, pareja de Madrid, estaban en un tour contratado por el norte de Guatemala visitando el conjunto arqueológico del Tikal y la selva del Petén. Seguían con preocupación las noticias que llegaban de casa pero no imaginaron el repentino anuncio del gobierno presidido por el conservador Alejandro Giammattei, todos los extranjeros debían abandonar el país en las siguientes 13 horas. Llevan una semana en Antigua en contacto con sus familiares. Ángel deberá incorporarse a los servicios de cercanías de Renfe en cuanto llegue a casa.
Arturo Nistal y Raúl Molpeceres trabajan en la Fiscalía de Violencia de Género de la Audiencia de Madrid. Ansían incorporarse a sus puestos y ayudar en momentos complejos en los que sus compañeros soportan una gran carga con medios humanos menguantes. A ellos también les sorprendió el cierre del espacio aéreo del país en plenas vacaciones. Ambos coinciden en la preocupación por sus padres, de avanzada edad y con patologías previas están en el principal grupo de riesgo en el brote de Covid-19 que golpea España en estos momentos.
13 horas de infarto
A las 11h de la mañana del lunes 16 de marzo se produjo una nueva rueda de prensa del recientemente elegido presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei. A los ya anunciados cierres de colegios se sumaron los transportes públicos, todos, y un sorprendente cierre de fronteras y del espacio aéreo a las 23.59h de ese mismo día. Ahí empezó la pesadilla que atrapó en el país a más de 60.000 turistas procedentes de todo el mundo.
Tanto Ana y Ángel como Arturo y Raúl se acercaron al aeropuerto para tratar de adelantar sus billetes. Su regreso hubiese sido posible si no fuese por las medidas de un tercer estado. Los Estados Unidos no permitían entrar o hacer escala en su país a personas que en los últimos 14 días hubiesen estado en España. Ninguno de ellos cumplía esa condición y sus billetes de vuelta a Madrid vía Miami quedaron automáticamente aplazados.
Repatriación
Españoles y extranjeros en general miran a sus países aguardando decisiones. La comunidad española en Guatemala se aferra a un tuit de su embajada que afirma estar trabajando «para ofreceros una alternativa de retorno segura lo más pronto posible». Los ánimos están todavía altos tras una semana varados en Antigua, se comprende la situación de extrema necesidad que vive el país y se agradece el trabajo y el esfuerzo del personal diplomático.
Medidas expeditivas
Todos los españoles contactados coinciden en que las medidas tomadas por el gobierno guatemalteco cuando en el país aún no se contaba ni una decena de infectados son positivas para proteger a su población. Una semana después de decretar el cierre de las fronteras el domingo 22 de marzo comienza en el país centroamericano una nueva fase en la contención de la enfermedad.
Se cerrarán servicios no esenciales y comenzará un toque de queda general para toda la población entre las 16h y las 4h durante 8 días. El país cuenta 18 infectados y se prepara para una posible escalada que podría impactar en sus precarios sistemas de salud. La población se adelanta al virus y por las calles es difícil encontrar a personas sin mascarillas. En todas las tiendas de víveres el personal ofrece gel desinfectante para manos y todos los restaurantes permanecen cerrados al público.
Guatemala ha elegido la prevención antes de tener que enfrentarse a una crisis ante la que algunos de los países con más recursos del mundo parecen caer sin remedio. Sin embargo la dureza de las decisiones coge a su población, un 61% bajo el umbral de la pobreza según la ONU, en una situación de debilidad que arroja muchos interrogantes sobre el futuro más inmediato.